Valores de la FUNDACIÓN CASA DEL PAN
UNIDAD
Reconocemos que la unión hace referencia a la concordancia de las voluntades y los esfuerzos de todos aquellos que nos involucramos en la Fundación. Nuestra unión de esfuerzos está vinculada al trabajo solidario que junto con nuestros compañeros de ministerio. Compartimos la misma visión, esperanza y los fines de ser generosos con el desarrollo integral de los niños, adolescentes, jóvenes y su familia, a quienes servimos.
Nos esforzamos por cumplir con nuestros objetivos. También, somos consientes de la importancia que tiene desarrollar habilidades integrales en niñas, niños, adolescentes, jóvenes y sus familias. Lo comprendemos como un encargo divino para nosotros, razón por la cual nos esforzamos en ejercer esta misión con extrema responsabilidad, porque se trata de gente que tiene mucho valor y dignidad. Conocemos las condiciones que estamos aceptando y las obligaciones que éstas conllevan y asumimos el reto con valor.
COMPROMISO
RESPONSABILIDAD
Cuidamos de nosotros mismos y de los demás, en respuesta al mandato y a la confianza que se deposita en nuestro trabajo. Nuestra responsabilidad, expresa el sentido de comunidad y de compromiso que asumimos con los demás. Ser responsables impacta en la vida personal, familiar, laboral y ciudadana de nuestra comunidad. Por esta razón, cumplimos con nuestros deberes de manera oportuna y eficiente. También estamos listos para rendir cuentas; obedecer a nuestras autoridades, no como un acto pasivo de sujeción, sino como el ejercicio del compromiso que asumimos como fundación.
En obediencia al mandato divino de atender a los más carentes proveyéndoles amor y servicio y los guiamos a una vida sujeta a principios divinos. El servicio, es la marca de la Fundación Casa del Pan.
SERVICIO
INTEGRIDAD
Actuamos siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia. Damos a cada quien lo que le corresponde. Hacemos todo de manera correcta. Nos calificamos como íntegros pues somos firmes en nuestras acciones y actuamos de manera correcta en todas las áreas de la gestión institucional y en nuestras relaciones con las personas e instituciones con quienes interactuamos. Somos claros, evidentes y no expresamos nada con ambigüedad, para evitar interpretaciones incorrectas. Podemos mostrar y explicar lo que hacemos y lo hacemos bien y de forma coherente con nuestra misión y valores.